Las aves de corral necesitan nutrientes para permanecer sanas y lograr una buena producción de huevos y carne. Estos nutrientes son: proteínas, grasas-carbohidratos, vitaminas, minerales y agua.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) explica de manera detallada los efectos de cada nutriente en las aves de corral. (http://www.fao.org/3/a-au201s.pdf)
PROTEÍNAS: Contribuyen en la formación de músculos (carne), los órganos internos, la piel y las plumas. Además, permite el crecimiento y aumenta la postura de huevos.
GRASAS Y CARBOHIDRATOS: Proporcionan la energía para la digestión, el movimiento, el crecimiento y la reproducción de las aves. Aunque las grasas y carbohidratos cumplen las mismas funciones, las grasas generan dos y hasta cuatro veces más energía que los carbohidratos.
VITAMINAS: Ayudan a que los movimientos del ave sean coordinados, contienen minerales, como el calcio y fósforo, necesarios para la producción de huevos, para el crecimiento y la formación de huesos y plumas.
MINERALES: Son importantes en la formación y mantenimiento de los huesos, en la formación del huevo y para la circulación de la sangre y el funcionamiento del corazón.
AGUA: Es fundamental ya que el cuerpo del ave y los huevos están formados en más de 50 % de agua. Favorece la digestión, la absorción y transporte de nutrientes y controla la temperatura del cuerpo del ave.
La FAO también explica dónde se encuentran estos nutrientes.
Las vitaminas se consiguen en las verduras, hojas verdes, cereales, insectos y larvas.
Las proteínas están en los granos de leguminosas como soya, gandul, abono, dólicos, insectos, gusanos, larvas y comején de madera.
Las grasas se encuentran en los insectos, legumbres y algunos granos.
Los carbohidratos en la yuca, malanga, maíz, maicillo o sorgo, camote, papaya y banano, entre otros.
Los minerales se consiguen en hojas y cascarones de huevo.