La inteligencia económica es la herramienta más adecuada para adelantarse a las situaciones que se presenten en el mundo de los negocios. Incluso, hay empresas que tienen un departamento para tal fin en sus estructuras institucionales, encargado de recabar y analizar información a través de plataformas informáticas para establecer las estrategias más adecuadas.
La inteligencia económica se apoya en las tecnologías de informática, las cuales permiten la conexión con la realidad del mercado y en tiempo real, facilitando precisamente el desarrollo de estrategias.
Las compañías pueden adoptar modelos simples, ágiles y muy operativos incorporar a todos los empleados en el proceso de generación y transmisión de la información.
El COVID-19 ha evidenciado la necesidad de que tanto los gobiernos como las empresas debieron atender más oportunamente esta crisis que comenzó en China en noviembre de 2019 para extenderse por el mundo y convertirse en una pandemia que no se ha superado del todo.
Esta emergencia sanitaria ha demostrado la conveniencia de profundizar en la inteligencia económica para tomar las decisiones más acertadas durante las cuarentenas y el reinicio de la nueva normalidad post coronavirus.
Luego del COVID-19 se visualizan consecuencias en el mundo de los negocios. El panorama para las empresas será más complejo y competitivo con posibilidades de cierres de frontera, mayores gravámenes arancelarios, menores exportaciones e importaciones o el retroceso en la libertad de movimiento de personas.
Alimentación Balanceada Alibal, presidida por David Somoza Mosquera, adopta medidas y estrategias de planificación y gestión tendentes a cómo actuar en situaciones difíciles e inesperadas.
Así que la inteligencia económica tiene hoy en día más vigencia que nunca. Permite a las empresas estar un paso adelante y trazar estrategias para enfrentar cualquier imprevisto.