Plataformas digitales: aliadas siempre y cuando impacten
Tener números altos es el sueño de todo emprendedor. Tanto en la contabilidad, como en la venta y, en los últimos tiempos, en las plataformas digitales que utiliza para mantenerse en contacto con sus clientes, consumidores y usuarios.
Para una empresa no es suficiente con tener una página web. De hecho, hay billones de sitios en Internet y la mayoría de ellos con un bajo tráfico, poca interacción y casi nulo interés para las audiencias. Tal vez esos sitios se lanzaron con mucha pompa, la última tecnología para el momento y una fuerte inversión, pero se fueron quedando en el camino.
Para que eso no suceda, son muchas las recomendaciones que los expertos en desarrollarlas dan. Sin embargo, las que describiremos a continuación son las más utilizadas para que se mantenga exitosa la mayor parte del tiempo.
Hay que definir al mercado y al público al que se va a dirigir el producto. Si es algo que ya tiene años de presencia, hay que plantearse si se le van a hacer cambios, mejoras, rediseño o se mantendrá igual. Es muy importante que una vez que se tenga claro este objetivo, pueda, con la misma precisión, escoger el público al que se dirigirá la web.
Si ya la página está al aire, pero no funciona, entonces hay que plantearse hacerle un rediseño. Quizás la oferta y el mensaje son los adecuados, pero la manera de presentarlos puede resultar aburrida y monótona para el usuario. Hay que pensar que quien está visitándolo es una persona real, no un internauta que se ha creado a partir de las ilusiones y las expectativas que aún no se cumplen.
Es importante tener claro cuánto se está dispuesto a invertir en ello. Existen muchas plataformas que ofrecen la posibilidad de crear blogs y sitios de Internet sin desembolsar ni un centavo y que están al alcance de todo el mundo.
Una vez listas las metas anteriores, hay que definir cómo se van a comercializar tanto los productos de la empresa como web que se está abriendo. Hay que enlazarla con las redes sociales, hacer campañas de marketing, potenciar el comercio electrónico y, sobre todo, mantener una comunicación fluida con las audiencias.
Cuando ya la web esté arriba no hay que abandonarla. Hay que estar en constante actualización, ofreciendo contenidos que van más allá de las ventas. De manera que el usuario no solo la busque para comprar o ver qué le ofrece, sino también para estar al tanto de lo que sucede en la compañía.