¿Quién es la ‘voz’ de la empresa?
Mucho se habla de lo importante que es para una empresa tener una comunicación efectiva no solo con su personal, sino también con sus clientes y consumidores. En esa relación, el portavoz es el factor más importante, a fin de construir ese puente entre la organización y su público.
El portavoz no solo tiene que ser una persona con buen dominio de la palabra y la oratoria., también tiene que ser una persona capaz de transmitir, de una manera coherente y efectiva, la misión de la compañía a la que representa. De lo que diga depende, sin ninguna duda, la reputación que esa empresa logrará construir en el mercado.
Para ser la voz de una empresa no es necesario que la función la tome el dueño ni el líder, en caso de que sean personas distintas. Es conveniente tener en ese puesto a alguien que responda con rapidez, pero con claridad y rapidez, cuando se presenta una situación importante para la compañía.
Tiene que estar empapado no solo de la situación real de la empresa de la cual es portavoz, sino también del mensaje esencial que se quiere mantener en el tiempo. Y más ahora que las redes sociales pueden erigirse como un paredón para todo aquel que, ganado o no, pueda generar antipatías. El portavoz debe ser capaz de sortear esos temporales, manejar las crisis de manera adecuada y hacerlo siempre dentro del campo del respeto.
Cualquier duda o improvisación tendrá una repercusión negativa en la imagen de la compañía, ya que será esta la señalada y no la persona encargada de la vocería. Por eso, el portavoz tiene que ser capaz de generar empatía con su audiencia y utilizar un lenguaje acorde con la situación que debe enfrentar.
Aunque lo ideal sería que el portavoz fuese también quien planifique las estrategias de comunicación, puede trabajar mancomunadamente con otros departamentos de la empresa. Debe saber que los medios de comunicación serán su canal regular, tanto para poder posicionar la empresa o sus objetivos, como para ofrecer una opinión calificada de la empresa que representa.
Por eso, muchos expertos en el tema aseguran que cuando sale el portavoz a dar la cara por su corporación es justamente eso lo que ve su interlocutor (llámese público, cliente o consumidor): a la empresa que le está respondiendo a su inquietud.
Una de las claves para ser un buen portavoz es nutrirse constantemente con la literatura que sale para adquirir habilidades que permitan una comunicación eficaz. Pues, muchas veces, el éxito de una empresa depende de su vocería.